jueves, 26 de mayo de 2011

Conservación y restauración

Para la conservación y restauración del mosaico  hay diversos factores: principalmente, el medio, que conlleva las condiciones de temperatura y humedad, afectando al mosaico de forma biológica con la formación de patinas de algas y líquenes que provocan fenómenos de biodegeneración, vegetales y microorganismos que forman la parte de acción química junto a las sustancias agresivas de la atmósfera. La prevención de todo esto es primordial, ya que puede ir empeorando.
Con un estudio posterior del mosaico podemos saber su dureza, porosidad, permeabilidad, alterabilidad y varios datos que nos ayudarán a saber cómo intervenir en la pieza, junto a un estudio de sistema a emplear, documentación, estudio de su destino, etc.   
  Las teselas se someten a un análisis petrológico y químico y el mortero, por medio de difracción de rayos X, se conserva in situ, ya que los cambios bruscos de temperatura y humedad afectan gravemente a las piezas. En casos extremos se realizan: limpiezas con agua y peróxido de hidrógeno para las manchas orgánicas, baños para desmineralizar, se consolidan con silicato de etilo o resina acrílica y se entelan

Islamico

v  El mosaico islámico
El mosaico es la técnica que mejor demuestra que el Islam fue deudor de sus precedentes, pues ni en los temas ni en la ejecución hubo novedades, los artistas eran casi siempre cristianos, contratados a petición del califa y como favor del emperador bizantino.
Aparecen en suelos, paramentos verticales y arcos, pero no en bóvedas.
Su temática fue de lo más variado y, salvo la figura humana, fue similar a la que usaron los cristianos. Los más utilizados fueron los elementos decorativos geométricos ,como pentágonos, cuadrados, círculos, rótulos, rectángulos, formas en abanico a modo de arco iris, que crea una intensa variación cromática que acompaña al Islam a lo largo de su historia, elementos vegetales, como la palma o la hoja de acanto o ciudades imaginarias. Pero la figuración terminó con los califas Omeyas; entre otras razones por la falta de artesanos bizantinos y sirios.
 La utilidad y la belleza van parejas en este arte, son los dos aspectos inseparables de la perfección entendiéndola como una virtud. En el mundo islámico, esto supuso la base moral y espiritual, de las artes. La artesanía del mosaico tiene dos aspectos que lo predispone hacia una realización espiritual. Consiste, por una parte, en la transformación de una materia relativamente deforme en un objeto conformado según un modelo ideal. Esta conformación es, sin duda, la que el ser humano aspira a contemplar para llegar a través de ella a la realidad divina que siente realizada en sí mismo y en su propia alma. Por otra parte, el objeto mismo de la contemplación se prefigura en la belleza que los sentidos perciben, pues ella es, en su profundidad, la Belleza misma de la naturaleza única e inimitable. Los ideales espirituales de la habilidad artística conciben la perfección como la naturaleza.
Destacan los mosaicos de la mezquita de la Roca de Jerusalén y la gran mezquita Ummayad en Damasco. El ejemplo más antiguo es el de la Qubbat al Sajra y el más moderno el mihrab de la Aljama de Córdoba.

Bizantino

v  El mosaico bizantino
El mosaico bizantino es un heredero directo del mosaico romano.
El arte bizantino se caracteriza por una búsqueda apasionada del color, encontrando en él su símbolo más poderoso. Fue este interés por el color, y, más en concreto, la pasión por la luz lo que hizo del mosaico el vehículo perfecto para el arte bizantino. Para el buen desarrollo de esta técnica fue necesario el descubrimiento de los cubos de vidrio, más ligeros de peso y más luminosos. La técnica utilizada por los mosaístas, para la elaboración del mosaico completo era la siguiente:
-Cubrían la pared con dos o tres capas de mortero (una mezcla de cal, arena y agua).
-Seguían alternando los cubos de pasta vítrea –que podían colorearse o recubrirse con polvo de oro y plata- con cubos de piedra opaca. Así completaban el dibujo con las formas que quisieran creando un gran mosaico.
-Los cubos podían colocarse en abanico, en hileras regulares, o de cualquier otro modo, creando así surcos de sombras, donde los colores y el juego de luces destacaban por encima de todo.
No desde el principio se manejó bien esta nueva técnica, y tendremos que esperar hasta mediados del siglo V para observarla en su máximo esplendor.
Con esta técnica del mosaico, mejorada por los bizantinos, los motivos decorativos o las escenas figurativas, podían ahora cubrir las paredes, algo que en el mundo romano era muy poco frecuente.
Además, la evolución de esta técnica, el estudio detallado de las piezas y los lugares de su colocación, permitió que, al colocar la pieza adecuada en el lugar indicado, esta pudiera abrir y expandir el espacio que la contenía.

Romano

v  El mosaico romano
Los primeros cuatro siglos de nuestra era tratan de los suelos decorados a base de teselas de medio centímetro a un centímetro y medio, cortados a partir de materiales diversos: mármoles blancos, negros o de colores, azulejo, vidrio transparente y coloreado, smalti (vidrio opaco), o cerámica.
Son miles los mosaicos romanos de los que se tiene noticia. No existe una evolución lineal de un estilo único o universal; el Imperio era demasiado vasto y las comunicaciones demasiado lentas como para que fuese una evolución de este tipo. Sin embargo se identifican tres tradiciones:
-Opus Sectile: caracterizado por el conjunto de diferentes mármoles yuxtapuestos de forma geométrica o figurativa. Ej. "Tigre atacando un ternero" .
-Opus Tesellatum: bordes y motivos en negro o en color sobre un fondo blanco, y que incorporan a veces una parte central polícroma, es decir, un panel con figuras, de origen helenístico desarrollado antes del 100 a.C. Teselas de la misma medida y tamaño. Ej: "El triunfo de Neptuno" .
-Opus Vermiculatum: de origen helenístico, los tonos tienen una gradación más sutil, utilizan teselas irregulares y más pequeñas, llegando a reducirlas casi hasta 1 mm cúbico y utilizan la variedad más amplia de mármoles de colores y de smalti.
Los mosaístas del Imperio romano heredaron diversos temas de las pinturas mitológicas griegas, los cuales dominaron siempre en los mosaicos romanos figurados, y heredaron y explotaron un repertorio de modelos y motivos naturalistas, convencionales y geométricos.

definicion

Unos de los mejores ejemplos del mosaico primitivo (opus pavimenta o litostrato) está en la perdida cuidad griega de Olinto, donde realizaban pavimentos con guijarros de río en estado natural, utilizando el color blanco para las figuras, sobre un fondo negro y rodeando la escena con varias cenefas 
En época Macedonia, se introducen las bandas de terracota o plomo para contornear los dibujos, como en el caso del "Mosaico de la Caza del León". En Pella, los guijarros eran blancos y azules oscuros. Se les añadían algunos de color gris para el sombreado y de otros colores para los detalles, comenzando así un carácter más pictórico de la técnica y más próximo al vermiculatum; éste surgió en el mundo egipcio, probablemente por influencia oriental. En cambio, se creó el opus tesselatum, donde los guijarros fueron sustituidos por teselas, pequeños cubos de piedra tallada, adoptando así mayor material cromático Con la llegada del mosaico a Roma, se omitió el uso del pavimenta y se dividieron entre lithostroton y emblema usando solo sectile, vermiculatum y tesselatum. Lithostron,  pese a haberlo clasificado anteriormente como el pavimento, se refiere al marco de la escena, y eran realizados en talleres especializados, dejando la escena a los que realmente eran considerados artistas. Se debe nombrar la composición de los mosaicos fuera de su lugar original, puesto que eran realizados en los talleres sobre placas de cerámica o madera para así enviarlos a su lugar de reposo siendo incrustados en el pavimento, lo que explica que algunos lithostroton se viesen deformados por la inserción del emblema. Esto se conoce por el trabajo de los arqueólogos, que han determinado la diferencia entre las teselas de los emblemas y los lithostroton, como el “Mosaico de las palomas” de la Villa Adriana

la historia

El origen del arte del mosaico aparece por primera vez en la cultura Egea. En la prehistoria, periodo neolítico, se hacían pavimentos de guijarros en Creta, también realizados en  Grecia en la época del Bronce tardía (1600-1000 a.C.). En la desaparecida ciudad griega de Olinto, siglo V, se hacían pavimentos de guijarros insertados sobre un fondo de cemento que quedaba visible. Eran de tipo sencillo, con figuras y dibujos en blanco sobre un fondo negro y una escena principal encerrada entre cenefas. Con el empleo de guijarros de color surgió una importante innovación que buscaba efectos pictóricos.
El mosaico también se empleó en Egipto y Asiria, pero tuvo su máximo desarrollo en época bizantina y romana.
La palabra “mosaico”, musaicus en el latín del medievo, deriva de Musa. Así eran llamadas las decoraciones murales de las grutas dedicadas a las Musas en los jardines romanos. En época bizantina se utilizaba la expresión tardía griega de museion para nombrar al mosaico. Los antiguos no designaron un concepto general; cada clase de mosaico formaba una categoría en sí mismo.
En el período helenístico se excluyen los guijarros por teselas de piedra y vidrio, debido a su escasa gama cromática. Los guijarros naturales eran blancos y azules oscuros, pero para las formas se usaban colores grises y multicolores para los detalles.
Los romanos utilizaban tres técnicas diferentes en los mosaicos de suelo: opus sectile, tessellatum y vermiculatum. Utilizaban teselas de piedra o mármol. Los mosaicos de suelo tenían gran esplendor. Casi no variaron la técnica. La decadencia del mosaico comienza en el siglo IV cuando se empiezan a confundir las técnicas entre sí. A finales de siglo surge la decadencia del mosaico de suelo. Con el alto precio las obras fueron desapareciendo. En Bizancio fue la época de máximo apogeo. Al contrario que los romanos, los bizantinos desarrollaron más el mosaico que la pintura, pero, con el fin de la edad de oro de Bizancio, el mosaico recae definitivamente.
En época románica, tanto en Italia como en Alemania resurgen los suelos de mosaicos figurados que asumían casi la misma función que la pincelada en la pintura.
En el Renacimiento ya no se considera como un arte original, si no como una pintura hecha de piedras. Un ejemplo de mosaico de esta época es el que Rafael encargó a Luigi da Pace (Foto 1).
En el siglo XIX, el arte del mosaico comenzó a industrializarse. Actualmente es considerado como decoración tradicional. Los talleres que todavía siguen activos son los del Vaticano en Roma, San Marcos y los de la Socitá Musiva Veneziana.


sábado, 5 de marzo de 2011

Presentación

Universidad Complutense de Madrid
blog dedicado a trabajo de técnicas artísticas de 1º de grado de Historia del Arte

Tema: el mosaico